martes, 10 de febrero de 2015

GRANDES PENSADORES ROMANOS: POLIBIO Y CICERÓN, EL LEGADO DE ROMA

Aunque Roma conquistó y dominó a Grecia, como al resto del mundo mediterráneo, en lo cultural fue muy grande la dependencia de Roma respecto de Grecia. Esto se aprecia en muchos campos, en el arte, la literatura, la religión, la filosofía. En el campo de la Ciencia Política, el primer teórico político romano fue un griego, Polibio, quien vivió en Roma entre los años 167 y 151 a. C. Una vez vencidos los griegos en la batalla de Perseo, Polibio fue enviado a Roma como rehén. Allí fue pronto valorado e introducido en la mejor sociedad, llegando a desempeñarse como consejero, durante el sitio de Cartago. Fue testigo presencial de muchos hechos importantes de la vida romana, lo que estimuló sin duda su interés por la historia y la política romanas. Gran admirador de Roma, su preocupación intelectual era, explicar el éxito imperial de Roma (originariamente una Ciudad-Estado en todo semejante a Esparta o Atenas) frente al lamentable fracaso de las ciudades griegas. Sustenta su pensamiento sobre las formas de gobierno en la clasificación aristotélica: monarquías, aristocracias y repúblicas; y afirmó que las diferencias entre ellas son externas e institucionales, no de principios; y que las tres son diversos modos de resolución de conflictos de fuerzas. Basado en una buena cantidad de estudios de casos, llegó a la conclusión de que estas tres formas, en estado puro, son inestables a causa del antagonismo de las otras dos, y que tienden inclusive a sucederse en forma cíclica. Explica el poder y la estabilidad de Roma y el éxito de su expansión imperial en base a las características estructurales de la constitución romana, que combina y armoniza las tres formas puras: el principio monárquico está representado por los Cónsules, el principio aristocrático por el Senado y el democrático por las Asambleas populares. También Polibio expuso la primera teoría sobre lo que luego la ciencia del Derecho Constitucional llamaría "frenos y contrapesos"39, es decir, los mecanismos constitucionales de transacción entre fuerzas antagónicas, como es el caso del derecho o el poder de actuar y de impedir, que detentaban respectivamente los patricios y los plebeyos en la República romana. Polibio alcanzó a ver, antes de su muerte, cómo esa estabilidad y armonía comenzaban a resquebrajarse, y se insinuaban conflictos y perturbaciones que, al no ser adecuadamente resueltos, con el paso del tiempo culminarían en la caída de la República y la instauración del Imperio. 40 Aproximadamente cien años después de Polibio apareció en Roma otro gran teórico político: Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.). Cicerón escribió en los tiempos en que Julio César, sobre las armas de su ejército victorioso, establecía un imperio dictatorial en Roma. Cicerón era un ardiente republicano, detestaba al César y quería restaurar el antiguo equilibrio de las instituciones. En sus obras, analiza las causas de la triste decadencia de la República. Partiendo de la teoría del equilibrio de las formas de gobierno que había diseñado Polibio, Cicerón atribuyó la crisis de su tiempo al excesivo poder alcanzado por el elemento democrático.. La obra política principal de Cicerón es "De la República" (55 a.C.), este tratado político ha llegado a nosotros por extraños caminos. Fue citado por San Agustín, pero luego cayó en el olvido durante toda la Edad Media y Moderna; se extraviaron los ejemplares que probablemente habría (salvo el fragmento llamado "El sueño de Escipión", que había sido trascrito por un copista a principios de la Edad Media. La obra es fundamentalmente una reflexión sobre cuál es el mejor régimen político, reflexión hecha con la intención de actualizar "La República" de Platón, pero cambiando el enfoque: Platón parte de los grandes principios, como el Bien y la Justicia; Cicerón aborda la cuestión desde la técnica política, para llegar finalmente a la fundamentación metafísica del tema. Por otra parte, observa que la forma de gobierno es vista como el factor determinante del Estado y, más allá, del mismo pueblo. La estructura de la obra es clara: su primer tema es la forma política adecuada al Estado romano, cuya respuesta es la "solución mixta" de Polibio, que ya vimos; el segundo tema es el análisis de la experiencia histórica del pueblo romano, porque la Constitución ideal sólo es válida si tiene referencias en la vivencia concreta del pueblo. La forma de gobierno debe ser expresión adecuada de esa vivencia. Recién a esta altura de su discurso, Cicerón plantea los grandes temas platónicos: el fundamento del gobierno y de la ley: se pregunta si ese fundamento es una "ley natural" o simplemente la fuerza. Esto lo lleva a analizar la organización específica del Estado de la Roma republicana, al que considera lo más próximo posible al ideal político de la filosofía estoica. Finalmente, alcanza una culminación metafísica, al vincular las exigencias del bien público con la realización del bien como categoría trascendente. El punto de partida de Cicerón es una justificación de la práctica de la virtud política, presentada como una actividad digna del sabio: el ejercicio del gobierno es visto como un requisito para poner las potencialidades de la Sabiduría en acuerdo con el Mundo. Para Cicerón, el objeto de la Ciencia Política es la "cosa pública", que se genera porque un pueblo es "una reunión de hombres fundada en un pacto de justicia y una comunidad de intereses", reunión basada en un "espíritu de asociación" que es natural, porque el hombre es un "animal político". A partir de allí, la cuestión que se plantea es una pregunta clásica en el pensamiento normativo: ¿cuál es la mejor forma de gobierno? ¿El Gobierno de uno, de algunos, de la multitud? La respuesta de Cicerón, como la de Polibio, cien años antes, elige esa cuarta forma mixta, que surge de la mezcla equilibrada de las tres formas originarias. Cicerón no se queda en la especulación teórica pura, y siguiendo una tradición ya sólidamente establecida, recurre a la experiencia. Reescribe la historia de Roma para configurar un esbozo de "política experimental": busca conocer los modos de marcha y las desviaciones de los Estados. Marca allí la crisis de su momento histórico afirmando que "es falso que la cosa pública no pueda ser gobernada sin recurrir a la injusticia" sino que, por el contrario, requiere "una suprema justicia". El fundamento de lo político plantea un dilema: reposa sobre la Naturaleza o sobre una relación convencional de fuerzas. Por boca de Escipión, Cicerón se inclina por la ley natural: "Hay una Ley verdadera, la recta razón, conforme a la Naturaleza, universal, inmutable, eterna...en todas las naciones y en todos los tiempos...Dios mismo le da nacimiento, la sanciona y la promulga...y el hombre no puede desconocerla...sin renegar de su naturaleza...". Cicerón plantea como solución para su tiempo, de crisis profunda, un retorno a las costumbres y valores de la República primitiva, ya erigida en mito histórico. De aquí arranca la culminación de la obra: el famoso "Sueño de Escipión". 41 La función de esta parábola, de este "Sueño", es describir el destino político como un ineluctable deber, ubicándolo en el orden cósmico de las cosas. A través de una poética evocación del Universo, la república política es insertada en una "República Cósmica", cadena universal en eterno movimiento, que vincula las grandes almas beneméritas de la Patria con la posteridad. El legado de Roma, resulta importante de mencionar porque se remite a la creación del derecho y de las instituciones jurídico – políticas, sin el sistema románico no se podría explicar la existencia de los sistemas normativos de una buena parte del mundo.

EL PENSAMIENTO POLÍTICO EN ROMA

Roma fue un pueblo eminentemente práctico, su pragmatismo le permitía resolver los problemas al momento. fuè un pueblo de soldados, administradores y juristas.
La conquista de Grecia permite que entren en contacto con una sociedad más avanzada. Los Epicúreos y los Estoicos fueron los doctrinarios griegos que influyeron en la Filosofía y la Ciencia Política de los romanos.
Los Epicúreos sustentaban una doctrina moral basada en el egoísmo y en el placer. Su doctrina, organización, principios y orden jurídico, quedaban subordinados a la obtención de sus fines egoístas.
Los Estoicos tenían concepciones morales más elevadas, consideraban que el bien consistía en vivir conforme a la naturaleza y a la razón. El hombre sabio es el que domina sus pasiones. Esos principios tuvieron como consecuencia la estima de la organización política como una institución provechosa y natural.

TEORÍA POLÍTICA DE LOS PENSADORES: LOS SOFISTAS, SÓCRATES, PLATÓN Y ARISTÓTELES

En el siglo V ateniense, nace la Ciencia Política. Las ideas políticas dejaron de ser prerrogativas de castas para pasar a ser conocimiento del pueblo, del vulgo; la Ciencia Política se divulgó.
I.- Los sofistas. Fueron maestros que se dedicaron a instruir a la juventud. El término sofista, del griego sophía, "sabiduría" y sophós, "sabio" es el nombre dado en la Grecia clásica, de aquél que hacía profesión de sabio y enseñaba la sabiduría. Su pensamiento se conoce gracias a los escritos de Platón y Aristóteles. Los sofistas más notables fueron: Protágoras, Gorgias, Pródico, Hipias, Trasímaco y Calicles.
Protágoras predicaba el relativismo subjetivista, ya que consideraba que es imposible acceder al conocimiento de la verdad objetiva. Gorgias adopta un escepticismo absoluto para conocer la realidad.
Los filósofos daban generalmente a sus libros títulos como "Sobre la Naturaleza o lo existente". Gorgias parece burlarse de ellos cuando titula el suyo "Sobre la Naturaleza o lo No existente". Con ese libro pretendió demostrar tres cosas: 1) nada existe, 2) si existiese algo no podríamos conocerlo, 3) si conociésemos algo no podríamos comunicarlo a los demás.35
Enseñaban, los sofistas, la areté requerida para estar a la altura de las nuevas circunstancias sociales y políticas (recordemos que la palabra areté, traducida generalmente por virtud.
La primera exigencia de esa areté era el dominio de las palabras para ser capaz de persuadir a otros. De ésta manera la palabra no es instrumento de la 84
verdad sino del interés del que argumenta; así la ética estaba ausente del contenido doctrinario de los sofistas y el individualismo subordinaba los valores al egoísmo.
El relativismo sofista influyó en la filosofía moderna, su actitud fue seguida por Maquiavelo. La retórica de Benito Mussolini, Adolfo Hitler y Lenin son ejemplos claros de la oratoria sofista.
II.- Sócrates (470-401 a.C). Su vida fue filosofar y enseñar. Su preocupación era la conducta degradada de sus conciudadanos; en consecuencia, enfocó su curiosidad intelectual en el ser humano y en su capacidad de conocer la verdad.
Contemporáneo de los sofistas, muchos creyeron que era un sofista más, pero era exactamente lo contrario. Nunca intervino en la política. No pronunciaba discursos. No escribió nada. Según él, nunca fue maestro de nadie. Simplemente se dedicaba a conversar con quien quería conversar con él; creía que la sabiduría se adquiere en el intercambio vivo de la conversación, haciéndose preguntas y buscando juntos respuestas. Así y sólo así enseñó a pensar, a buscar la verdad y a saber que es posible alcanzarla. A diferencia de los sofistas, no cobraba por sus enseñanzas.
De esta manera luchaba abiertamente contra el relativismo sofista pues sostenía la posibilidad de acceder al conocimiento de verdades eternas e inmutables mediante la mayéutica entendida como el arte de parir o dar a luz el conocimiento. La mayéutica era el diálogo entre el discípulo y el maestro con el fin de solucionar planteamientos problemáticos.
El primer paso era reconocer la propia ignorancia. Repetía en sus conversaciones que no sabía nada, pero que era más sabio que los demás porque estaba consciente de su ignorancia mientras los otros creían saber. Quien cree saber no se esfuerza en buscar la verdad. El primer paso hacia la verdad es barrer de la mente los prejuicios, las ideas incompletas, los errores que generalmente llenan las cabezas de la gente y no dan lugar a la verdad. Hecha la limpieza, el camino queda abierto.
¿Cómo se avanza ahora? De lo particular a lo universal. Si se está hablando de justicia y se quiere saber qué es justicia, la primera etapa de la averiguación consiste en recoger ejemplos de casos particulares en los que los presentes concuerdan en afirmar que allí se obró con justicia. La segunda etapa es examinar estos casos particulares, compararlos entre sí, ver sus diferencias, ver sus cosas comunes, hasta ir dando con la cualidad –común a todos– que nos hace afirmar que en cada uno de esos casos hubo justicia. Esa cualidad común es la esencia de la justicia, su definición. Ha sido abstraída de los casos particulares por la mente humana y gracias a un poder que sólo la mente humana posee.
Su planteamiento político tenía un gran fundamento moral. De esta manera, Sócrates se convertía en el fundador de la Ética. El hombre virtuoso es el mejor ciudadano y debe someterse a las prescripciones del Estado. Él mismo fue ejemplo de ello cuando, acusado injustamente, bebe el veneno de la cicuta.36
III.- Platón (429-347 a.C.) Su pensamiento político se encuentra expresado en sus Diálogos, principalmente en: La República, las Leyes y El político. De las tres la que más importancia tiene es la primera.
Las ideas filosóficas de Platón tuvieron muchas implicaciones sociales, particularmente en cuanto al estado o gobierno ideal. Hay discrepancias entre sus ideas iniciales y las que expuso posteriormente. Algunas de sus más famosa doctrinas están expuestas en la República.
Platón decía que las sociedades debieran tener una estructura tripartita de clases la cual respondía a una estructura según el apetito, espíritu y razón del alma de cada individuo: 1)Artesanos o labradores – Los trabajadores correspondían a la parte de “apetito” del alma; 2) Guerreros o guardianes – Los guerreros aventureros, fuertes, valientes y que formaban el “espíritu” del alma y; 3) Gobernantes o filósofos – Aquellos que eran inteligentes, racionales, apropiados para tomar decisiones para la comunidad. Estos formaban la “razón” del alma.
De acuerdo con este modelo, los principios de la democracia ateniense, como existía en aquella época, eran rechazados en esta idea y muy pocos estaban en capacidad de gobernar. En lugar de retórica y persuasión, Platón dice que la razón y la sabiduría son las que deben gobernar. Esto no equivale a tiranía, despotismo u oligarquía, como Platón decía:
Hasta que los filósofos gobiernen como reyes o, aquellos que ahora son llamados reyes y los dirigentes o líderes, puedan filosofar debidamente, es decir, hasta tanto el poder político y el filosófico concuerden, mientras que las diferentes naturalezas busquen solo uno solo de estos poderes exclusivamente, las ciudades no tendrán paz, ni tampoco la raza humana en general.
Platón describe a estos “reyes filósofos” como aquellos que “aman ver la verdad esté donde esté con los medios que se disponen” y soporta su idea con la analogía de un capitán y su navío o un médico y su medicina. Navegar y curar no son prácticas que todo el mundo esté calificado para hacerlas por naturaleza. Gran parte de La República está dedicada a indicar el proceso educacional necesario para producir estos “filósofos reyes”.
Se debe mencionar, sin embargo, que la idea de la ciudad que se describe en La República la califica Sócrates como una ciudad ideal, la cual se examina para determinar la forma como la injusticia y la justicia se desarrollan en una ciudad. De acuerdo a Sócrates, la ciudad “verdadera” y “sana” es la que se describe en el libro II de La República, que contiene trabajadores, pero no tiene los reyes-filósofos, ni poetas ni guerreros.37
IV.- Aristóteles (384-322 a.C.). Pese a ser discípulo de Platón, se distanció de las posiciones idealistas, para elaborar un pensamiento de carácter naturalista y realista. Frente a la separación radical entre el mundo sensible y el mundo inteligible planteada por las doctrinas platónicas, defendió la posibilidad de aprehender la realidad a partir de la experiencia. De acuerdo con las fuentes antiguas, el filósofo griego escribió 170 obras, aunque sólo 30 se han conservado hasta nuestros días.
La Ética Nicomaquea de Aristóteles tiene un fin que se resume en la búsqueda de la felicidad. Para algunos, la felicidad consiste en los placeres; para otros, en las riquezas; pero el hombre sabio la busca en el ejercicio de la actividad que le es propia al hombre, es decir, en la vida intelectiva. Ello no excluye el goce moderado de los placeres sensibles y de los demás bienes, con tal de que no impida la contemplación de la verdad. Sobre esta base desarrolla Aristóteles el concepto de virtud. La virtud consiste en el justo medio. Todas las virtudes son hábitos que se adquieren por medio de la repetición.
En La Política, explica Aristóteles que el hombre es un "animal político" por naturaleza. Sólo los animales y los dioses pueden vivir aislados. La fuerza natural hacia la reproducción y la conservación inclina a los hombres a vivir unidos, primero en la familia, luego en la aldea (unión de varias familias) y finalmente en la Ciudad-Estado (ni muy pocos, ni demasiados habitantes). El buen funcionamiento de una Ciudad-Estado no se asegura solamente por aunar voluntades hacia un mismo fin; se requiere también de leyes sensatas y apropiadas que respeten las diferencias y eduquen a los ciudadanos para la responsabilidad civil dentro de la libertad (Aristóteles, en su mentalidad clasista griega, no concibe el derecho de ciudadanía ni para las mujeres ni para los esclavos).
Existen tres formas de legítimo gobierno: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno de los mejores) y república (gobierno de muchos en la cosa pública). A esas formas rectas de gobierno se oponen sus vicios: la tiranía, la oligarquía y la democracia (Aristóteles entiende por "democracia" el gobierno de los pobres).
Lo cierto es que, para Aristóteles, “sólo en la sociedad política, el hombre puede lograr su perfección y plenitud moral: “vemos que toda ciudad es una comunidad y que toda comunidad está constituida en vista de algún bien, porque los hombres siempre actúan mirando a lo que les parece bueno.

LA CIENCIA POLÍTICA EN GRECIA

Dos organizaciones políticas fueron típicas de la cultura griega: la espartana y la ateniense.
En Esparta existió un elemento social sólido, los dorios, que conquistaron la península del Peloponeso, sometiendo a los pobladores de la región convertidos en siervos formando la clase de los ilotas (esclavos) que junto con los periecos, habitantes de la zona debían desarrollar labores agrícolas para la comodidad de los espartanos que tenían una cultura militar.
El régimen militar espartano y los privilegios de los dorios, el carácter de la propiedad esclavista, la severa educación castrense de los hijos; expresan un transpersonalismo o sacrificio de la persona humana en aras de la comunidad política que subordina los valores individuales.31
La fuente principal para conocer la organización política espartana la constituyen Las Leyes de Licurgo (s. IX a. C.) dicho personaje fue un legendario legislador de Esparta, según la tradición, fue de estirpe real y regente de Esparta. Estableció la reforma militarista de la sociedad espartana de acuerdo con el Oráculo de Delfos. Realizó las reformas comunistas y militaristas que transformaron la sociedad espartana. Plantea la subordinación de todos los intereses privados al bien público, la imposición de una estructura social modelada sobre la vida militar, en la que la educación de los jóvenes estaba encomendada al propio Estado, y la obligación de sobriedad en la vida privada. Se le atribuye el pensamiento de que lo importante de las leyes no es que sean buenas o malas, si no que sean coherentes. Solo así servirán a su propósito.
En el caso Ateniense, sus características son distintas, los jonios poblaron el Ática, territorio de asentamiento ateniense. En virtud de los lazos religiosos y los vínculos biológicos-familiares se constituyeron los demos, grupos tribales.
Los demos fueron subordinados por otro y surgió la monarquía, pero los jefes de los demos sometidos conservaron sus privilegios formando la clase social de los eupátridas (bien nacidos) con carácter aristocrático.
La aristocracia fue despótica y esto genera problemas con el resto de la población hasta el gobierno de Solón (640-558 a.C.). Solón se inicia como comerciante internacional, y sus habilidades poéticas hicieron que fuera considerado uno de los Siete sabios de Grecia. En 594 a. C. fue nombrado arconte del Ática, con el propósito de controlar el desorden civil rampante en esa ciudad, producto de las leyes emitidas por Dracón y la esclavitud de muchos campesinos por deudas.
Solón abolió la mayoría de estas leyes que eran excesivamente sanguinarias con los delitos menores y habían provocado quejas en la población, excepto las referentes al homicidio.
Introdujo, Solón, un conjunto de reglamentos que fueron muy útiles para mejorar las condiciones en asuntos de hacienda y tenencia de tierras. Sus reglamentos tuvieron tal éxito que se le encomendó la tarea de reescribir la constitución. El resultado fue llamado más tarde la Constitución Soloniana.32
Se eximió a los ciudadanos de impuestos directos. Introdujo la Heliaia (juicio por jurado). El Consejo de los Cuatrocientos (o Bulé) y el Areópago fueron establecidos como los principales cuerpos consultivos y administrativos. Anuló todas las deudas que pesaban sobre los campesinos humildes y decretó que todos los esclavos por deudas fueran liberados; remodeló el calendario, y reguló los pesos y medidas. Sus leyes fueron escritas en cilindros especiales de madera (kyrbeis) y puestas en la Acrópolis.
Decidió terminar con los derechos de casta, adaptando los derechos y deberes de los ciudadanos a sus respectivas rentas, a los derechos políticos y responsabilidades, se conoce como timocracia-
La Polis griega era una organización política cuya característica fundamental es su omnipotencia en relación con el individuo. Al contrario de lo que comúnmente se cree, el individuo sólo tenía oportunidad de participar en la administración de la polis a través de la elaboración de las leyes. Una vez formuladas, las leyes, se imponían a los individuos.
Había, en la polis, sin embargo, una comunidad identificada con su cultura y su ética. La educación del ciudadano en la virtud era el fin último de la polis y el deber del ciudadano. Ese contenido moral derivaba de la creencia popular de que la sociedad política era obra de los dioses, y sus deberes religiosos eran obras ciudadanas. El ciudadano griego no se adhería a la polis por coacción sino por veneración.
Después de las Guerras Médicas33, el individuo se fue separando poco a poco de la polis griega. Los sofistas predicaron una doctrina política sin contenido ético y universalista.
Los estoicos en cambio, motivaron la idea de una sociedad política mundial, sin fronteras. La libertad adopta un sentido individualista y no colectivo, como en la polis.
En el siglo V a.C., calificado como el siglo de Oro, la libertad era entendida en dos sentidos: 1) la participación en la vida de la polis y, 2) libertad en relación con el organismo político. Así, la nueva concepción ciudadana ya no exigía la subordinación total del individuo a la primera organización política de la polis. Pero, el poder político también se denigraba y se apagaba corrompiendo el comportamiento ético, pues nociones como bien común o virtud, no eran utilizadas para el provecho general de los ciudadanos sino de los titulares del poder.
Y, sin embargo, como hace notorio Jellinek, a medida que el individualismo crecía, también se acrecentaba el florecimiento de la cultura griega, la libertad individual generó instituciones de Derecho Privado, protectoras de la propiedad, los bienes, la sucesión, etcétera. En el derecho público, los derechos políticos se reconocieron como derechos individuales.34
Por lo tanto, de acuerdo con Jellinek, la organización política ateniense se puede identificar como una asociación de ciudadanos unitaria e independiente y que tiene por bases leyes y autoridades propias, con un doble carácter social: político y religioso.

Hechos E Ideas Politicas En Asia Oriental

HECHOS E IDEAS POLÍTICAS EN ASIA ORIENTAL
En Asia Oriental se desarrollaron importantes sociedades humanas, pero es hasta el siglo VIII a. C. en el que se tienen datos sobre la existencia de una organización política, con una forma de gobierno monárquica hereditaria. La perpetuación por la herencia del trono formó familias poderosas a las que se conocen como dinastías imperiales.
La idea China del emperador, se funda en una base de tipo religioso. El paradigma de aquella época en la cultura China, reconocía que el emperador era un representante del cielo, y ello le convertía en señor absoluto de todos los hombres. No obstante esta cosmovisión del poder, el emperador tenía que responder de sus actos ante sus súbditos por ley natural. De esa lógica dependía la felicidad de su pueblo y separarse de la ley natural explicaba la miseria y la desgracia.
En este referente es posible situar al Estado como hecho político en China, como resultado del absolutismo con base democrática, dependiente de un orden superior vinculado con lo divino.
Posteriormente en la evolución del Estado monárquico, aparece el feudalismo, que dan vida a los señores feudales que relegan al emperador a una figura simbólica.
Dos pensadores destacados de la época son Confucio y Lao Tsé, que proclaman ideas morales para crear un concepto ético de la vida y de la sociedad.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA EN EL ANTIGUO ORIENTE
En el Antiguo Oriente; también existieron culturas como la de Egipto, Persia, Asiria, Babilonia e Israel, entre otras, cuyo legado cultural, artístico y literario floreció con esplendor. Dentro de las características comunes de estas culturas pueden mencionarse las siguientes:
a) Fueron considerados Estados Despóticos o Estados Teocráticos.
b) Contaban con un orden jurídico. El despotismo no exigía la ausencia de un orden jurídico. Se sabe que existió el derecho egipcio, el hindú, el persa.
c) La autoridad monárquica, restringía el derecho privado de los súbditos y sus derechos políticos, y para ocupar un cargo público se tenía que pertenecer a una casta privilegiada.
d) Se les llama teocráticos por el vínculo que existía entre el monarca y las divinidades.
e) El poder del Soberano se encuentra subordinado al poder divino, que expresa su voluntad a través de otras organizaciones distintas a la monárquica: la oligarquía sacerdotal.30

Las relaciones entre la clase sacerdotal y el titular del poder soberano variaban según la creencia religiosa:
La primera variación era cuando el soberano, representante del poder divino, casi anulaba el derecho del individuo y de la sociedad política. Por ello necesitaba del poder extrínseco de la divinidad, para adquirir capacidad de vida política.
La segunda variación ubica dos clases de fuerzas; el monarca y la clase sacerdotal. La hegemonía de uno u otro proporciona distintos aspectos situacionales de esas sociedades históricas.
El mejor ejemplo de este grupo teocrático es el israelita. Sus instituciones fueron motivadas por la Torah (la leyes del Antiguo testamento de la Biblia) su desarrollo es casi lineal hasta el medioevo y el Estado Moderno a pesar de estar sujetos a la dominación extranjera en muchas ocasiones. La ley divina es mayor a la de los monarcas.

El florecimiento del respeto a su decálogo generó instituciones sociales humanitarias con los huérfanos, las viudas, los extranjeros y los esclavos. El despotismo se encontraba moderado por las normas religiosas y no por la reglamentación jurídica. Por ello, la influencia del Antiguo testamento en la concepción política de las naciones de Occidente ha sido trascendental.

viernes, 6 de febrero de 2015


En esta parte de la investigacion, estudiaremos los primeros pasos históricos en el desarrollo de la Ciencia Política, como disciplina elemental vinculada al estudio de la Teoría del Estado. Los pensadores más trascendentales de la Cultura asiática se encuentran en civilizaciones tan remotas como China, Egipto, Persia, Babilonia, Israel, etc.
A nuestro Juicio, la parte más enriquecedora de ésta unidad la presentan los clásicos griegos. Por ello les llamamos clásicos, porque su pensamiento nunca pasa de moda, siempre está vigente en las reflexiones más actuales. Desde el sofismo y su más acérrimo adversario, Sócrates; hasta platón y La República y, por supuesto, las Leyes; sin olvidarnos de Aristóteles con su ética nicomaquea y su clásico la Política.

Por último, el pensamiento de los jurisconsultos romanos termina por enriquecer el periodo inicial de la Ciencia Política: Polibio y Cicerón, forman la mancuerna de jurisconsultos que nos obsequiarán un legado imprescindible.

Mas Allá De México

Continuamos con la investigación comenzare a tocar temas de la teoría de estado en Asia , Grecia y Roma .
Tocaremos un poco de historia .

La Realidad Del Estado

LA REALIDAD DEL ESTADO
Francois Perroux en La Coexistencia Pacífica dice: “la lucha ideológica de nuestros días, nos coloca en una situación comprometida porque se pretende obligarnos a optar por alguno de los sistemas contradictorios, entre los cuales no aparece, de momento, ninguna fórmula feliz y conciliatoria que permita la coexistencia de regímenes antagónicos, que mantienen la amenaza de una desquiciante contienda universal. Jamás se habían llevado hasta tan dramática y creciente tensión internacional, estos problemas político-económicos. De continuar este debate inconciliable por más tiempo, arrojara desfavorablemente nuevas generaciones neuróticamente taradas o desprovistas de aquellos ideales o valores que han gobernado la acción superior de los hombres.”27
Las circunstancia por la que atraviesa el Estado actual nos obliga a asumir posiciones que van desde refugiarse en la soledad, la rebelión, la preparación académica para la transformación, etc.
En este escenario de la realidad actual del Estado, es importante revisar algunas versiones actuales:
a) El Estado y la sociedad comunista:
El adjetivo Estado comunista, es usado por la prensa capitalista durante la Guerra Fría en referencia al sistema de partido único y el gobierno del Partido Comunista. Esta denominación es una anticipación popular, puesto que la teoría marxista plantea al comunismo como fase siguiente al capitalismo y posterior al socialismo, en que el Estado deja de existir. Lenin afirmó que: “los hombres se habituarán a respetar las reglas elementales de la vida en sociedad, sin violencia, sin coacción, sin sumisión, sin ese aparato de coacción que se llama Estado”28
Casi todos estos estados, que se declararon comunistas en su momento, destacaron el carácter socialista en su nombre oficial y los que existen todavía, que cada día son menos, lo siguen haciendo. Así es que muchos de estos estados contienen los adjetivos popular, socialista y democrático en su denominación. Existen también estados que contienen estos términos en su nombre aunque no hayan adoptado ese sistema, como la República Democrática Socialista de Sri Lanka o la República Democrática Popular de Argelia.
Entre 1945 y 1975 el número de países comunistas aumentó espectacularmente, debido a que los países vencedores de la II Guerra Mundial se repartieron el mundo y, porque los movimientos revolucionarios comunistas fueron ganando fuerza en muchos países del Tercer Mundo.
Los cambios políticos ocurridos en Europa del Este, la URSS y otros lugares del mundo entre 1989 y 1991 redujeron de forma dramática el número de regímenes comunistas existentes. Los gobiernos comunistas que aún perduran siguen leales a las doctrinas de Marx y Lenin, pero difieren no sólo en tamaño y desarrollo industrial, sino también en la interpretación de sus principios, objetivos y forma de gobierno.

b) La supervivencia del Estado Democrático, en el ,cual existe una grave y larga crisis del Estado democrático que afecta todas sus estructuras: políticas, socio-económicas y jurídicas. Se vive una aguda y crítica etapa de transición de la civilización occidental de modo que el Estado, fruto de esa civilización, sufre intensamente esa crisis. La crisis de la civilización no es producida por la crisis social del Estado, sino que ésta última es el efecto inducido por la primera, porque el Estado ha sido incapaz de responder satisfactoriamente, a los requerimientos de la sociedad, e instrumentar mecanismos que permitan escuchar a la sociedad, el Estado se ha dedicado a transformarla.
La imaginación jurídico-política burguesa parece haberse agotado. Conceptos como soberanía popular, representación política, separación de poderes, derechos del hombre, control de constitucionalidad, Estado de Derecho; atraviesan una seria crisis, lo cual no significa que sean inservibles, sino que fueron concebidos para una época en la que las interrelaciones Estado-Sociedad civil fueron menos dificultosas. Urge, como opinan algunos analistas superar las teorizaciones jurídico-políticas pasadas.
c) El Estado Liberal y Latinoamérica. La relación entre Estados Unidos y América Latina crea situaciones que en numerosas ocasiones han afectado las estructuras políticas. Aunque el capitalismo y la democracia han funcionado en Occidente, no se puede decir lo mismo de América Latina, en donde el capitalismo descontrolado puede exacerbar, aún más, las desigualdades existentes y poner en peligro la democracia en la región.
A pesar de estos cambios, los países desarrollados, los organismos internacionales y los jefes locales de estado, aún pretenden caracterizarlos mediante paradigmas tradicionales que no logran hacer comprender las profundas transformaciones que han sufrido. Por lo tanto, se hace indispensable una Teoría del Estado Democrático en América Latina, intermedia entre aquel Estado "fantasmal" propio del modelo neoliberal y el Estado interventor e improductivo, que ha existido en la región durante casi un siglo. Esto, con el fin de comprender el proceso de reestructuración del proyecto democrático latinoamericano, y permitir la teorización sobre la sociedad y el Estado democrático en esta parte del continente.
El modelo neoliberal fue asumido recientemente por los países latinoamericanos como una fórmula capaz de acabar con todos los obstáculos al desarrollo, que históricamente ha sufrido la región.
Los principios neoliberales pueden ser sintetizados de la siguiente manera:

a) La iniciativa individual (o sea, la privatización) y la cual es considerada como el resultado necesario de la ineficacia del Estado interventor, y una forma de transferir una mayor participación a la sociedad civil en el desarrollo social;
b) Las funciones estatales relacionadas con el interés público (culturales, tecnológicas, salud, educación) deben quedar relegadas al ámbito privado, donde se supone que la iniciativa privada les atribuirá mayor rentabilidad;
c) La democracia es deseable, siempre y cuando sea de una naturaleza restringida que permita el libre funcionamiento del sistema;
d) Una economía de mercado junto con la privatización constituyen la orientación estratégica del proceso de recuperación económica en América Latina;
e) El subsidio y la tributación al capital desestimulan la creación de riqueza social y deben ser eliminados.”29
La visión neoconservadora de la democracia (como se la denomina en Europa y los Estados Unidos), el modelo neoliberal, concibe al Estado como un ente que funciona en buena parte para proteger el principio de propiedad y limitar los desproporciones de la participación y hace un énfasis exagerado sobre el individualismo, el consumismo y el avance científico-tecnológico.
Como han observado muchos críticos del neoliberalismo, los programas de reforma que propone el modelo destacan la eficiencia, indudablemente importante para la reinserción de las economías latinoamericanas en un sistema global en transformación, pero no una mejor prestación de servicios a las clases medias y bajas. Esto, ya que el Estado neoliberal se muestra indiferente a la justicia social y no ha sido capaz de disciplinar a las élites latinoamericanas para tener un sentido justo de la equidad en sus sociedades, ni para permitir el surgimiento de movimientos de base autónomos.
Los hechos históricos demuestran que la democracia y el capitalismo han funcionado en Occidente, aunque el laissez faire también ha mostrado sus debilidades últimamente. Sin embargo, existen dificultades al extrapolar los mismos argumentos hacia América Latina, donde hay "evidentes peligros de que el capitalismo (descontrolado) incremente aún más las severas desigualdades y se, ignoran las necesidades de las personas pobres..." lo cual se evidencia claramente en el México neoliberal moderno. Al contrario de lo que puede afirmar este modelo, las nuevas formas de la administración pública paternalista, las reformas energéticas que se abren a la iniciativa privada, las reformas electorales y fiscales son discutibles pues no puede simplificarse, o reducirse el papel del Estado en un continente que carece de los mínimos recursos vitales para permitir la supervivencia de amplias capas de la población.
Hoy día, las sociedades latinoamericanas buscan resolver sus problemas, tanto económicos como políticos, y fijar su lugar en el sistema global de una manera democrática. Sin embargo, las tendencias pronosticadas por el neoliberalismo se presentan como amenazas al orden democrático que se está tratando de imponer, y a las probabilidades de desarrollo equitativo en la región, lo cual se ve claramente en los procesos de transformación que está sufriendo el Estado latinoamericano.

DISCIPLINAS QUE ESTUDIAN EL FENÓMENO POLÍTICO

DISCIPLINAS QUE ESTUDIAN EL FENÓMENO POLÍTICO

Francisco Porrúa Pérez, revela que las disciplinas fundamentales para el estudio del fenómeno político son tres: la filosofía política, la historia política y la ciencia filosófico-histórica de la política llamada también Ciencia Crítica del Estado o Ciencia Política.
a) La filosofía política, es la que trata de llegar al conocimiento de la esencia misma del hecho político, investiga sus causas originales y fines del fenómeno político. Aunque la filosofía política es un saber teórico, parte de datos positivos de la experiencia, dando resultados vinculados a la realidad. La filosofía política se divide en diferentes ramas, a saber: Epistemología política o teoría del conocimiento político; Ontología política o teoría del ser político; Ética política y Axiología política dirigida al estudio de los valores que ha de poseer la sociedad política para su justificación.
b) Historia política: Posee dos ramas fundamentales la Historia de los Hechos políticos y la historia de las ideas políticas.
c) Ciencia Filosófico-Histórica de la política: Procura explicar las causas de los fenómenos políticos realizando una crítica de los datos proporcionados por la historia política y la filosofía política.

Cabe mencionar que también existen disciplinas políticas especiales que participan en la Teoría del Estado como: la Teoría de las formas de gobierno, la Teoría Constitucional, la Teoría del sufragio; otras estudian algunos de los componentes del Estado como: el Derecho político, la Economía política, la Sociología política, etc.

Los Hechos Politicos

LOS HECHOS POLÍTICOS

¿Qué es un hecho político? El hecho político es una realidad, es algo que existe en el mundo del ser con vigencia objetiva.
Los hechos políticos han existido desde la aparición del hombre sobre la tierra, y seguirán mientras subsista porque se derivan de la naturaleza humana.
Es político, el hecho, porque comprende en su base a la comunidad humana. La palabra política deriva del griego polis, que significa ciudad, es el espacio en el que los individuos que componen la actividad política acuerdan o disienten sobre las formas de organización colectiva.
El hecho político se caracteriza, además por la presencia en el núcleo social de un fenómeno de poder, que distingue entre gobernantes y gobernados, poderosos y sometidos. El Estado, aunque no es el único hecho político, sí es el más importante.
Antes que el Estado Moderno, existieron hechos sociales y políticos que no se le asemejan. La polis griega y la civitas romana, y los regímenes feudales por ejemplo, constituyeron hechos políticos que explican fenómenos diferentes al del Estado moderno.
En el Estado moderno en cambio, permea la idea de que los grupos sociales se constituyen con el fin de lograr un bien común erigiendo al Estado; en esas intenciones se justifican la existencia de partidos políticos, grupos políticos, poderes constitucionales.
Esas actividades unidas y por separado, constituyen otros hechos políticos. Pero el mejor ejemplo del hecho político es el Estado, porque explica la coexistencia de todos los individuos, de todos los grupos, y su misión es más amplia y general por ello se le denomina: bien público temporal.


Funciones de la Ciencia Politica

FUNCIONES DE LA CIENCIA POLÍTICA

¿Cómo podemos precisar la función de la ciencia política? Herman Heller responde: “La ciencia política sólo puede tener función de ciencia si se admite que es capaz de ofrecernos una descripción, interpretación y crítica de los fenómenos políticos que sean verdaderas y obligatorias. Si no se acepta esto, una declaración sobre cualesquiera proceso políticos puede en verdad, llenar la función práctica de servir como arma en la lucha política para la conquista o defensa de las posiciones de dominación. Pero no cumple una misión teórica”
La idea de Heller establece que la Ciencia Política desarrolle:
1) Una descripción ò análisis que determine los componentes del fenómeno político observado;
2) Una interpretación del fenómeno; esto es observar el interior para establecer el sentido, el desempeño y las funciones de ese fenómeno;
3) Una posición crítica del fenómeno, cotejándolo al contraste de los valores vigentes.22
Serra Rojas dice que: “En nuestros días debemos referirnos a un complejo de fenómenos de mutación o de transformación social que domina a todos los pueblos del orbe. Cuando aludimos al Estado nos referimos a la sociedad políticamente organizada, es decir, a grupos enlazados en una comunidad internacional que somete a una estricta revisión el nacionalismo político y pretende formular consideraciones ecuménicas, que desde luego forman el debate irreconciliable de la sociedad.”
Por su parte, Harold Laswell, en El futuro de la Ciencia política, explica que: “El actual periodo de transformaciones mundiales podría llamarse con la misma razón era de la ciencia o era de la astropolítica. No cabe imaginar que la ciencia política vaya a ser la única entre todas las artes y ciencias, que no quede afectada por los cambios que experimenta y ha de experimentar el mundo. El tema característico de la ciencia política, se refiere al proceso político propiamente dicho, no es posible pensar que la teoría del Estado y el derecho queden fuera del acelerado ritmo de la historia.”24

Finalmente se puede afirmar que Ciencia política solamente puede cumplir la función de ciencia si ofrece una descripción, interpretación y crítica del fenómeno político llamado estado.
LA TEORÍA DEL ESTADO EN MÉXICO

En nuestro país, la Teoría General del Estado se estudia en diferentes Universidades, bien sea como materia autónoma en las Escuelas de Derecho o como materia obligatoria en las Facultades o Escuelas de Ciencia política o gestión pública.
Rafael Rojina Villegas define al Estado como una persona jurídica con poder soberano, constituida por una colectividad humana determinada territorialmente, cuyo fin, es la creación y aplicación del derecho al cual se encuentra sometida.
En tanto para Mario De la Cueva, considera que el estado no es el territorio, sino que sólo lo supone, ni tampoco puramente la comunidad ni el gobierno, sino que parece como la unidad o la personalización de la comunidad organizada en un territorio.18
La bibliografía abundante y también se encuentran aportaciones en esta materia en obras dedicadas a estudios Sociológicos, de Filosofía Jurídica y de Derecho Público. Una amplia relación de estudiosos de nuestro tema formarían una valla científica interesante; desde la obra de Jorge Vallejo Arizmendi, Ensayo Bibliográfico de Derecho Constitucional Mexicano; y el libro de Margarita de la Villa, Bibliografía Sumaria del Derecho Mexicano; hasta trabajos sistemáticos de Teoría del Estado o temas conexos a éste como la obra de Agustín Basave y Fernández del Valle, Teoría del Estado; Andrés Serra Rojas, Programa de Teoría del Estado, o su Ciencia Política; de José López Portillo, Génesis y Teoría General del Estado Moderno; Aurora Arnaiz Amigo con sus obras Ciencia del Estado y Estructura del Estado; Rojina Villegas y su Teoría General del Estado; Reyes Tayabas; Bases para el Estudio del Estado; Tena Ramírez, Derecho Constitucional Mexicano; Ignacio Burgoa, El Estado y Derecho Constitucional; Héctor González Uribe, Naturaleza, Objeto y Método de la Teoría del Estado; más recientemente Eduardo Andrade Sánchez, Teoría General del Estado y María de la Luz González González, Valores del Estado en el Pensamiento Político.
Francisco Porrúa Pérez, considera que la Teoría del Estado es una de las ciencias que en conjunto constituyen la enciclopedia política, es una de las ramas de la ciencia política en sentido amplio.19
Para Andrés Serra Rojas, el Estado como objeto de conocimiento de la política, obliga a deslindar dos campos, estrechamente vinculados:
Primero.- El de su constitución social o estructura autónoma.
Segundo: El de las normas jurídicas que lo regulan.

En estas consideraciones hay un hecho evidente que sirve como punto de partida: Dentro de la actividad social hay una actividad política que es la creadora del ordenamiento jurídico.

LA TEORÍA DEL ESTADO COMO CIENCIA POLÍTICA

LA TEORÍA DEL ESTADO COMO CIENCIA POLÍTICA


INTRODUCCIÓN

 Para todo estudioso de las Ciencias Sociales es importante conocer las funciones que la Ciencia Política puede ofrecer para la comprensión de la Teoría del Estado contemporáneo, las diferentes visiones que se tienen desde las múltiples trincheras de análisis, corrientes y escuelas de pensamiento político forman una riqueza digna de considerarse, a pesar de las crisis y carencias sufridas por esta disciplina.
La realidad del Leviathan contemporáneo incluye nociones interesantes: neoliberalismo, comunismo, totalitarismo, democracia y para estudiarle debemos tener herramientas analíticas críticas, descriptivas, materialista, dogmáticas, jurídicas, racionalistas e históricas.
En México y en el resto de los países de América Latina, las nociones de la teoría de la dependencia se dejan sentir en la supervivencia del estado democrático, el estado de bienestar experimenta crisis de difícil solución.
Esta unidad pretende colaborar en ese sentido. La teoría del estado depende de la depuración de nuestras categorías analíticas.

LA TEORÍA DEL ESTADO EN MÉXICO

LA TEORÍA DEL ESTADO EN MÉXICO 

En nuestro país, la Teoría General del Estado se estudia en diferentes Universidades, bien sea como materia autónoma en las Escuelas de Derecho o como materia obligatoria en las Facultades o Escuelas de Ciencia política o gestión pública.
Rafael Rojina Villegas define al Estado como una persona jurídica con poder soberano, constituida por una colectividad humana determinada territorialmente, cuyo fin, es la creación y aplicación del derecho al cual se encuentra sometida.
En tanto para Mario De la Cueva, considera que el estado no es el territorio, sino que sólo lo supone, ni tampoco puramente la comunidad ni el gobierno, sino que parece como la unidad o la personalización de la comunidad organizada en un territorio.18
La bibliografía abundante y también se encuentran aportaciones en esta materia en obras dedicadas a estudios Sociológicos, de Filosofía Jurídica y de Derecho Público. Una amplia relación de estudiosos de nuestro tema formarían una valla científica interesante; desde la obra de Jorge Vallejo Arizmendi, Ensayo Bibliográfico de Derecho Constitucional Mexicano; y el libro de Margarita de la Villa, Bibliografía Sumaria del Derecho Mexicano; hasta trabajos sistemáticos de Teoría del Estado o temas conexos a éste como la obra de Agustín Basave y Fernández del Valle, Teoría del Estado; Andrés Serra Rojas, Programa de Teoría del Estado, o su Ciencia Política; de José López Portillo, Génesis y Teoría General del Estado Moderno; Aurora Arnaiz Amigo con sus obras Ciencia del Estado y Estructura del Estado; Rojina Villegas y su Teoría General del Estado; Reyes Tayabas; Bases para el Estudio del Estado; Tena Ramírez, Derecho Constitucional Mexicano; Ignacio Burgoa, El Estado y Derecho Constitucional; Héctor González Uribe, Naturaleza, Objeto y Método de la Teoría del Estado; más recientemente Eduardo Andrade Sánchez, Teoría General del Estado y María de la Luz González González, Valores del Estado en el Pensamiento Político.
Francisco Porrúa Pérez, considera que la Teoría del Estado es una de las ciencias que en conjunto constituyen la enciclopedia política, es una de las ramas de la ciencia política en sentido amplio.19
Para Andrés Serra Rojas, el Estado como objeto de conocimiento de la política, obliga a deslindar dos campos, estrechamente vinculados:
Primero.- El de su constitución social o estructura autónoma.
Segundo: El de las normas jurídicas que lo regulan.

En estas consideraciones hay un hecho evidente que sirve como punto de partida: Dentro de la actividad social hay una actividad política que es la creadora del ordenamiento jurídico.

Ciencia Politica y Derecho Publico

CIENCIA POLÍTICA Y DERECHO POLÍTICO

Para George Jellinek, la ciencia teórica o doctrina del Estado se divide en dos: la doctrina general del Estado y su doctrina particular. La primera trata de investigar las formas fenomenológicas generales. Para la doctrina particular, en cambio, existen al menos dos formas de investigación: el análisis comparativo de las instituciones particulares de los Estados en general, la de un grupo de Estados en una época determinada, o circunscribirse al conocimiento institucional de un solo Estado en su devenir histórico o en su forma actual.
En estos sentidos se ha planteado, la Teoría General del Estado en Alemania. No obstante, en las últimas décadas se ha tomado distancia del estudio de la simple “doctrina” o “teoría” para enfocarse al estudio científico del Estado o Ciencia Política.
La categoría de “doctrina” comprende un concepto genérico, es una instrucción fundamental. La “teoría” en cambio, alude a varias percepciones situacionales, es conocimiento especulativo que incluye leyes que sirven para relacionar un orden fenomenológico y; además comprende hipótesis con consecuencias de aplicación a toda ciencia.
“Doctrina” y “teoría” son categorías cercanas al conocimiento científico y no antagónicas a él. Son caminos lógicos para llegar a la “ciencia”. Dice Heller que: “La ciencia política sólo puede tener función de ciencia si se admite que es capaz de ofrecernos una descripción, interpretación y crítica de los fenómenos políticos, que sean verdaderos y obligatorios”.
La ciencia es un conocimiento, un saber o sistema verdadero con el cuál pueden regirse los fenómenos. La ciencia pretende generalizar su estudio y sistematizar sus proposiciones verdaderas, creando un orden abstracto que sirva de modelo empírico.
La Ciencia Política contemporánea, se auxilia de las diversas teorías políticas. Una de ellas es la Teoría del Estado en su sesgo jurídico, no precisamente la más importante, porque el esquema jurídico no puede dar un conocimiento general. La Ciencia Política tiene sus propios senderos, que además de descubrir la realidad del mundo político pretenden conducirla al conocimiento integral de sus fenómenos9,
Sin embargo, se debe reconocer que el Estado tiene una serie de competencias formadas por las funciones legislativa, ejecutiva y judicial. Este problema es tal vez el más importante de resolver para la teoría del Estado pues abre el debate del por qué debe existir el Estado.
La resolución del problema consiste en precisar los motivos jurídicos y morales que justifican la existencia del Estado.
Por eso resulta importante establecer, ¿Cómo se relacionan la Ciencia Política y el Derecho Político? Existen diversas escuelas de pensamiento en ese sentido: la axiológica, la idealista y la materialista, por mencionar las más importantes.
Los materialistas consideran que el poder del Estado es un medio de dominación de una clase o raza triunfadora sobre la vencida, a la que se imponen coactivamente mediante los convencionalismos sociales hechos ley, para privilegiar su status de clase. Así, para esta escuela de pensamiento, el poder del Estado justifica su actitud mediante el derecho como medio de imposición política. .
Para los idealistas, el carácter jurídico del poder estatal es algo más que el imperio de la coacción. Para esta escuela, el poder es un medio del que se sirven las instituciones del Estado para posibilitar la armonía y la convivencia política del cuerpo colectivo. Esta posibilidad consiste en hacer reales los valores“El fin del estado es la justicia, la justicia es caridad y como la caridad es de dios, el Estado pertenece a Dios”. De esta manera se legitimaba la subordinación de las autoridades civiles a las eclesiásticas con fundamento en leyes divinas y eclesiásticas.
Los apologistas de la escuela axiológica como Platón se expresan en otro sentido, en su obra La República, enuncia la idea del Bien Común, como finalidad del Estado. En el mismo sentido se expresa también Tomas de Aquino (llamado por la Iglesia Católica Santo Tomás), indiscutible clásico de la Teología Política.
En Las desigualdades de las razas, Gumplowicz, asevera que: a) la moral y el derecho son convencionalismos colectivos no individuales, que es un error creer que el individuo piensa; porque es la sociedad la que piensa por él; b) cuando la raza vencedora impone sus convencionalismos a la raza vencida, la cosmovisión ética de aquélla se transforman en normas jurídicas coactivas; c) el derecho siempre regula la dicotomía situacional de la desigualdad; vencedor-vencido, padre-hijo, esposo-esposa; d) los convencionalismos sociales no son eternos sino que cambian de una a otra época; así cambia también las ideas de Estado, derecho y política y la relación entre dichos fenómenos; a esta noción Stammler le llamaría Justicia de Contenido Variable.10
La doctrina jurídica del Estado es una ciencia normativa que distingue con claridad las afirmaciones sobre el ser del Estado como fenómeno social. En su teoría general, Jellinek afirma que el Estado tiene una doble naturaleza: es, primeramente, una formación histórica a la que se aproxima el derecho, pero que no pudo crear a éste, sino que es más bien el fundamento de su existencia. El ser precede a la norma, el hecho hace nacer el derecho, lo real se transforma en normativo.
El Estado es el ser y el derecho lo que debe ser.11 Pero, a su vez, la norma origina, en virtud de un elemento racional y progresivo, un orden superior al derecho positivo. Por ello, el Estado es al mismo tiempo una formación social supremos del hombre. Por su parte, Agustín de Hipona, afirmaba que:
“El fin del estado es la justicia, la justicia es caridad y como la caridad es de dios, el Estado pertenece a Dios”. De esta manera se legitimaba la subordinación de las autoridades civiles a las eclesiásticas con fundamento en leyes divinas y eclesiásticas.
Los apologistas de la escuela axiológica como Platón se expresan en otro sentido, en su obra La República, enuncia la idea del Bien Común, como finalidad del Estado. En el mismo sentido se expresa también Tomas de Aquino (llamado por la Iglesia Católica Santo Tomás), indiscutible clásico de la Teología Política.
En Las desigualdades de las razas, Gumplowicz, asevera que: a) la moral y el derecho son convencionalismos colectivos no individuales, que es un error creer que el individuo piensa; porque es la sociedad la que piensa por él; b) cuando la raza vencedora impone sus convencionalismos a la raza vencida, la cosmovisión ética de aquélla se transforman en normas jurídicas coactivas; c) el derecho siempre regula la dicotomía situacional de la desigualdad; vencedor-vencido, padre-hijo, esposo-esposa; d) los convencionalismos sociales no son eternos sino que cambian de una a otra época; así cambia también las ideas de Estado, derecho y política y la relación entre dichos fenómenos; a esta noción Stammler le llamaría Justicia de Contenido Variable.10
La doctrina jurídica del Estado es una ciencia normativa que distingue con claridad las afirmaciones sobre el ser del Estado como fenómeno social. En su teoría general, Jellinek afirma que el Estado tiene una doble naturaleza: es, primeramente, una formación histórica a la que se aproxima el derecho, pero que no pudo crear a éste, sino que es más bien el fundamento de su existencia. El ser precede a la norma, el hecho hace nacer el derecho, lo real se transforma en normativo.
El Estado es el ser y el derecho lo que debe ser.11 Pero, a su vez, la norma origina, en virtud de un elemento racional y progresivo, un orden superior al derecho positivo. Por ello, el Estado es al mismo tiempo una formación social y una institución jurídica; de ahí que, para estudiarlo, sea preciso el concurso de dos ciencias autónomas: la ciencia política y la teoría jurídica del Estado.
Así mediante las normas jurídicas no se conoce ningún ser real, sino que se intenta precisar la construcción ordenada para determinados fines desde puntos de vista firmes y juzgar de conformidad con sus principios. El derecho político pretenderá el orden y organización de un modelo ideal de Estado al que se pretende arribar, de ésta manera se legislará de acuerdo a un modelo imaginario de Estado y se hará positivas las leyes necesarias para organizar, por ejemplo: las elecciones (el derecho a votar y ser votados); la transparencia pública y la rendición de cuentas; la creación, relación y regulación de los partidos políticos y los medios de comunicación; las relaciones internacionales, etc.
El derecho político es el conjunto de normas que se refieren al Estado. Cada nuevo problema por resolver engendra nuevos planteamientos y por lo tanto nuevas responsabilidades para el Estado, hay nuevas planeaciones, proyectos, programas y políticas por considerar.
Dice Pablo Lucas Verdú que: “El Derecho Político se configura por completo en cada momento decisivo de su transformación social. No hay derecho más afectado por el cambio que el Derecho Político, es como un perfecto sismógrafo que registra con gran precisión los cambios estructurales de la sociedad, por lo tanto, exige a sus cultivadores un perfecto y atento esfuerzo para acomodar los esquemas jurídicos al reto de la realidad social”.
El Derecho Político recoge la realidad política del Estado y los transforma en ley. En tanto que no adquiera carácter normativo, las realidades sociopolíticas son solamente datos de la realidad que deben ser enjuiciados y analizados por el campo de la Ciencia Política, que estudiará la permanencia, peculiaridad y espacios de dichos elementos y además revisará su permanencia, transitoriedad o circunstancias.

Es necesaria una última consideración de los problemas que atañen a la Ciencia Política y al Derecho Político. Vivimos procesos de transición política, y se escuchan muchas voces que ofrecen soluciones diversas y hasta antagónicas. Los axiomas y valores cambian constantemente, el pluralismo y la diversidad enriquece el mundo de las ideas políticas, pero también complican el mundo del Derecho Político.

miércoles, 4 de febrero de 2015

teoria del estado

TEORIA DEL ESTADO
INTRODUCCIÓN

¿Qué es el Estado? ¿Cuál es su forma? ¿Para qué existe? ¿Dónde se encuentra? Estas son las interrogantes naturales que deben surgir de nuestras curiosas cabezas al introducirnos en esta materia. Plantear las respuestas a estas investigaciones lleva implícito un interés que debe internarnos a disciplinas determinadas dentro de la Ciencia Política y el Derecho.
Satisfacer nuestra curiosidad exige indagar en la teoría política (¿qué es el Estado?), en el Derecho (¿para qué existe el Estado?) ya que es evidente que el hombre tiene que obedecer la ley intentando conservar su libertad.
Ante estas cuestiones, notaremos que en la historia de las ideas políticas han existido diversas cosmovisiones de lo que el ente estatal ha significado en el devenir histórico.

DEFINICION 
El Estado, como producto de la actividad humana, posee cualidades y características específicas. De ahí deriva la necesidad de definirle.
El Estado, como concepción es una abstracción. Identificar al Estado con sus elementos constitutivos (pueblo, territorio, poder), se suma a la idea del Estado como la autoridad que puede obligar a algo que por iniciativa y libertad natural alguien podría resistirse a hacer. Duguit, un doctrinario, en su deseo de describir al Estado lo equiparaba a la figura de los gobernantes; a la usanza del “rey sol”, Luis XIV, a quien suele atribuirse la frase: El estado soy yo.
Los anarquistas sostienen que el estado no debe existir. Niegan el derecho de reconocer a algún gobernante, cuestionan la imposición de la obediencia y la obligación de los hombres sometidos a las leyes.
En términos semánticos, el status, es lo que está, lo que cambia porque no es. Se entiende como la condición en que se encuentra una persona o caso sobre la que influyen determinados cambios.
Sociológicamente, para Jellinek, el Estado es “la agrupación política sedentaria con un poder de mando originario”.4 Si se analiza ésta aportación, se podrá notar que en ella se recogen los siguientes elementos: el pueblo como ‘agrupación política’; el territorio como ‘agrupación sedentaria’ y la soberanía como ‘poder de mando originario’; en esta definición faltan por incluir los fines políticos y el carácter jurídico.
Sin embargo, para Cicerón y Kant el carácter jurídico es elemental. Al inicio de nuestra era, Cicerón definía al Estado como “aquella muchedumbre humana unida por el derecho y la utilidad”. Kant, por su parte, definía al Estado como “la muchedumbre unida por las leyes jurídicas”
Para Juan Bodino el Estado es “un conjunto de familias y sus posesiones comunes gobernadas por un poder de mando según la razón”.5
En el siglo V, Agustín de Hipona, escribiría postulados de teología política que perdurarían hasta la alta Edad Media de la ekklesia, su percepción del estado es semejante a la ciceroniana: “una muchedumbre humana dotada de razón y unida por lo común de las cosas que aman”.
El Estado lo es de derecho por definición, de no ser así, deja de serlo. Un Estado sin derecho es una arbitrariedad y un derecho sin Estado será apenas un convencionalismo sin obligación de cumplimiento.6
La Teoría del Estado trata de hacer algo más que explicar al Estado, sus instituciones, las relaciones de éstas con los gobernados y la de los gobernados entre sí; trata al mismo tiempo de extraer del estudio científico del presente las pautas para el futuro. Lo hace en función de los valores.
Debe ser entendida como una disciplina científica, crítica y comunicativa, que genera una prospectiva de futuro en el que se intenta una organización racional de la sociedad humana en su carácter político.
Esa organización racional incluye, tres fundamentos elementales: El aumento progresivo de la libertad, la igualdad y la seguridad. Es decir que, la teoría del estado tiene un fin específico: la superior realización de los individuos en comunidades libres.
La doctrina tradicional o clásica que estudia al Estado, se denomina Teoría General del Estado, o simplemente Teoría del Estado. Esta denominación fue desarrollada a partir del siglo XIX, que culmina en la obra clásica de Jellinek.

El término “general” aplicado a la teoría nos lleva a afirmar que, la teoría del estado, no se propone estudiar al Estado de un modo absoluto, porque su característica histórica es variable y ofrece diversas peculiaridades que impiden el carácter de universalidad, por ello no puede generalizarse un sólo conocimiento político sistematizado.

Concepto de Derecho

https://www.youtube.com/watch?v=7OqthXWsTsE


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